6 sept 2010

Khalil Gibrán

Gibrán significa “el soñador” y Khalil quiere decir “el elegido”, su nombre vendría a significar algo así como “el soñador elegido”.

Este autor libanés recibió una educación cosmopolita en su juventud, viajando a Boston y París. Aunque fue desterrado de su patria por sus enfrentamientos con el sistema político, viviendo sus últimos años en New York, fue enterrado con todos los honores en su querida aldea natal de Bsharreh.

Aquí os dejo un poema y un relato que aparecen en su libro "El Loco"

Rostros

He visto un rostro con mil semblantes, y un rostro que tenía sólo un semblante, como si estuviera contenido en un molde inmutable.

He visto un rostro cuyo brillo podía ver a través de la fealdad que lo cubría, y un rostro cuyo brillo tuve que apartar, para ver cuán hermoso era.

He visto un viejo rostro lleno de arrugas de la nada, y un rostro lozano en el que estaban grabadas todas las cosas. Conozco todos los rostros, porque los veo a través de la urdimbre que mis ojos van tejiendo, y miro la realidad que está detrás del tejido.


Gibran Khalil Gibran, poeta, novelista, ensayista y pintor

El gran anhelo

Aquí estoy, sentado entre mi hermana la montaña y mi hermana la mar.

Los tres somos uno en nuestra soledad, y el amor que nos une es profundo, fuerte y extraño.

En realidad, este amor es más profundo que mi hermana la mar y más fuerte que mi hermana la montaña, y más extraño que lo insólito de mi locura.

Han pasado eones y más eones desde que la primera alborada gris nos hizo visibles uno al otro; y aunque hemos visto el nacimiento, la plenitud y la muerte de muchos mundos, aún somos vehementes y jóvenes.

Somos jóvenes y vehementes, y no obstante estamos solos y nadie nos visita, y a pesar de que yacemos en un abrazo casi completo y sin trabas, no hemos hallado consuelo.

Pues, decidme: ¿qué consuelo puede haber para el deseo controlado y la pasión inexhausta?

¿De dónde vendrá el flamígero dios que dé calor al lecho de mi hermana la mar? ¿Y qué torrentes aplacará el fuego de mi hermana la montaña? ¿Y qué mujer podrá adueñarse de mi corazón?

En el silencio de la noche, en sueños, mi hermana la mar susurra el ignoto nombre del dios flamígero, y mi hermana la montaña llama a lo lejos al fresco y distante dios-torrente. Pero yo no sé a quién llamar en mi sueño.

Aquí estoy sentado, entre mi hermana la montaña y mi hermana la mar. Los tres somos uno en nuestra soledad, y el amor que nos une es en verdad profundo, fuerte, y extraño...

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